Muchas veces hemos escuchado la frase: “La imagen es tu
carta de presentación”. Capaz sea cierto, pero hoy día podemos escudriñar, en
los anales de la sociedad y más en las contiendas partidarias en épocas
electorales, que la mayoría de las veces esta frase es más bien un consejo de
la abuela que lo que realmente refleja es la realidad. En Paraguay, los
candidatos a espacios públicos siguen contribuyendo a la decadencia del sector
creativo del marketing, por dos razones: la primera, que eligen a los famosos gurúes
del sector para que las campañas posean un mayor impacto, teniendo siempre el
mismo resultado negativo, en cuanto a la receptividad electoral. Y la segunda,
que creen que una linda imagen, la misma imagen o prototipo de candidato que
vienen usando a lo largo de la historia paraguaya marketinera, será la que les
dé el resultado esperado.
En cada elección tenemos un derroche increíble de dinero en
campañas que no tienen un fin contundente. La imagen de un candidato subyace en
la cara que se le pone para poder lograr un espacio de poder. Las estrategias
de estos gurúes de marketing solamente podrían influenciar a un público que no
tiene una conciencia social prudente, ya que las inversiones o gastos en
campañas no tienen un complemento humano ni una propuesta real con una idea de
buen trabajo, de buen servicio. El producto que se ofrece al electorado carece
de una calidad de innovación de marketing y propiedad de propuestas.
Los candidatos eligen un equipo de marketing que propone, en
los medios de comunicación más tradicionales, las carencias de una imagen
típica que traduce la propaganda electoral en basura.
Analicemos. En estos días, vemos en los medios de
comunicación tradicionales, un sinfín de propagandas electorales, en las cuales
las características que se pueden vislumbrar son: La imagen del candidato con
el prototipo de ganadores del partido o sector. El nombre del candidato. La
lista a la cual pertenece y a la cual deben votar. Y en algunos casos un
pequeño esbozo de su propuesta o un pantallazo de lo que el candidato en cuestión
quiere alcanzar. Ej: “Yo N.N. quiero ser electo para esto, porque soy el mejor”.
No hay propuestas, ni llamadas a concienciación por parte de ellos para un
mejor horizonte. Pero este análisis no se centra simplemente en lo que podría
dar u ofrecer a la sociedad un candidato específico, sino en el aspecto
marketinero de calidad que amerita cada campaña, el antes y el después. Y cada
asesor de marketing sabe que la palabra calidad en este campo de trabajo
significa creatividad e innovación.
En definitiva, las campañas electorales podrían tener
mejores resultados si, primero, los candidatos no eligieran a los mismos gurúes
de siempre que se encuentran fuera de la innovación con el único objetivo de
ganar dinero a través de estas campañas, y segundo, si los verdaderos asesores de
marketing se adentrasen a conocer mucho mejor a sus candidatos para ofrecer un mejor producto por medio de mensajes únicos y más elaborados.
Lic. Jorge Luís Domínguez
Gerente de Marketing
...........................................................................
Te esperamos en nuestra FAN PAGE:
https://www.facebook.com/ccontacto
...........................................................................
PRÓXIMAMENTE EN:
www.contactoagencia.com.py
...........................................................................
Fotografía: pict rider © stock.adobe.com
Jorge Luis Domínguez realiza Estudios de Mercado, Planificación y Aplicación de Campañas.
ResponderEliminar